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sábado, 28 de noviembre de 2009

Presentación del libro: Las relaciones difíciles, Marruecos y España




Presentación del libro:

Las relaciones difíciles, Marruecos y España

A. Assaoud
El tema de las relaciones entre Marruecos y España sigue siendo un foco preferente de atención y de interés. Cuenta en España con un enorme índice bibliográfico de distintas épocas, y diferentes autores del siglo XX con obras de carácter más o menos general, en artículos o estudios monográficos, que se han ocupado de las relaciones diplomáticas e históricas. Citamos en especial los artículos de: T.G.F., M.A.P., R.L.D., a la lista de estos autores españoles que estudiaron temas tan concretos del tiempo de Sidi Mohammad ben Abd Allah, han de añadirse unas obras de carácter general escritas también en el siglo XX, entre las cuales destacan las de Jerónimo Becker, Antonio Canovas del Castillo, Isidro de las Cagigas, Rodolfo Gil Grimau, V.M.L., Alfonso de la Serna, etc…
En Marruecos el tema, solamente cuenta con pocos estudios elaborados por algunos investigadores hispanófilos o hispanistas que destacan entre otros, como el ilustre historiador Mohammad Ibn Azzuz Hakim, y el celebre diplomático, escritor y periodista Mohammad Larbi al-Messari, quien presentamos en este acto su nueva obra.
Recuerdo que la A.T.A. había organizado en octubre de 1998 un encuentro u coloquio sobre el tema: España y Marruecos. Dialogo y convivencia. En aquel encuentro estaba la voluntad de una ONG que manifestaba de tal manera sus inquietudes al constatar de modo permanente que las relaciones hispano-marroquíes, no están al nivel de sus anhelos. El señor al-Messari, entonces ministro de comunicación marroquí dijo en su alocución de apertura: « No me es posible hablar sobre la posición de Marruecos y su papel en el Mediterráneo, sin considerar la naturaleza de las relaciones entre Marruecos y España... las relaciones humanas y culturales, además de las políticas y económicas, que tenemos con España, son lazos antiguos sólidos y diversos... ».
Ahora bien, al-Messari tiene el mérito de improvisar o elaborar una obra amplia haciendo el análisis de los problemas y causas que generaron los desaciertos y desacuerdos entre los dos vecinos. Además el libro contiene parte de estos análisis y realidades sobre factores y hechos que formulan varias polémicas, acerca de los cuales se ha especulado a veces con bastante desconocimiento de causa y razón. Uno de los motivos que impulsaron este trabajo era – a nuestro parecer – la necesidad de remitirse a ciertas aclaraciones relativas al estado en que se encuentran las relaciones marroco-españolas.
A través de unos cuantos ejes, al-Messari se entrega en una tradición histórico política que responde sobre todo, a un intento sistemático de analizar las relaciones entre Marruecos y España, polemizando todo un complejo de problemas y disparidades dentro de tres ejes: histórico, político y cultural. También, consta el libro de un modo de prologo, donde el autor daba a conocer al lector su relación primaria con el entorno hispano que le rodeaba desde su niñez hasta su madurez, al mismo tiempo hace constar su afán de escribir sobre España, y con fascinación después de la desaparición del régimen franquista y el establecimiento de la democracia.
En lo que atañe a polémicas históricas, el autor hace una pausa ante un periodo muy peculiar en las relaciones marroco-españolas, se trata de la época en que gobernaba en Marruecos el sultán Sidi Mohammad Ben Abd Allah, y el rey Carlos III en España. La política de amistad entre ambos monarcas, no obstante algunos incidentes más o menos graves, fue la tónica del periodo en el que se sitúa varias embajadas a ambos países. La Corte española recibía noticias del Imperio de Marruecos a través del P. Boltas, verdadero agente de la Corte en Mequinez. La apertura iniciada hacia Europa por Sidi Mohammad trajo también consigo una nueva forma de relacionarse Marruecos y España, el autor basándose en esta materia en los valiosos estudios realizados por el difunto padre R.L.D., trató de aclarar las ambigüedades que enredaron la interpretación del Tratado de 1767 apoyándose en el texto árabe publicado en la revista Tamuda en 1956.
Otro de los asuntos que turbaron la armonía de las relaciones, fue la demolición del fuerte Bonelli en Dajla mal interpretado por la sección española del Consejo Internacional de Sitios y Monumentos Históricos y Artísticos, además de pretender falsedades, que fueron puestas en evidencia por el autor basándose en los hechos históricos bien documentados.
Dentro de este complejo marco de desacuerdo, el autor nos lleva a un tema indefectible a través de un manuscrito antiguo sobre Ceuta merini, publicado en Tetuán en 1940 y luego en Rabat en 1969, se trata de « Ijtisar al-ajbar » de Mohammad ibn al-Qasim al-Ansari. Siguiendo la misma línea, comenta otro libro, el de Antonio Llaguno titulado « La conquista de Tombuctú » que le denomina el reportaje histórico, puesto que el autor del mismo hace una referencia cronológica de los hechos históricos relacionados con Marruecos en la época del Sultan Ahmed al-Mansur Essaadi, y consagra una parte para describir los reinos del Sudan, al mismo tiempo describe el protagonismo del almeriense Pacha Yuader quien encabezó la expedición saadi para someter el viejo Sudan.
Al-Messari trata también la conferencia de Algeciras efectuada en abril de 1906, a la que asistieron los representantes de las potencias europeas, y la delegación marroquí. Las potencias llegaron a coordinar sus políticas acordando otorgar un protagonismo especial a Francia y España, y regularizar la intervención política y económica europea en Marruecos, mediante la política de la « puerta abierta ». Nos muestra también, como la precaria situación interior en el país impulsó a la clase intelectual a planear reformas internas, cuyo fin era elaborar un proyecto de constitución reformista, y promover el intento de desentronizar el sultán Muley Abd-al-Aziz, y someter al entronizado sucesor Muley Abd-al-Hafid a cumplir unas condiciones para legalizar su jura (Baeia).
Pero, Marruecos en aquel tiempo no estaba preparado para responder a los retos de la Conferencia, tampoco tenía un proyecto fuerte de sociedad, su gobierno era compuesto de caides ajenos a la problemática que preocupaba a la élite que redactó la jura.
El segundo eje polémicas políticas, consta de unas cuestiones que marcaron la época de la independencia. Inmediatamente, al comenzar las negociaciones con España, se paralizaron por falta de entendimiento, el gobierno de Franco deseaba conseguir una total igualdad con Francia en el futuro estatuto de Marruecos, y pretendía que sin el consentimiento de España nada se podría realizar. Franco no admitió la independencia de Marruecos, y pretendió que dicho paso era prematuro, y que además el régimen de partidos no le convendría al país. Al-Messari anota que el caudillo español tenia la obsesión de conservar aún su imperio por más tiempo, y que estaba arraigado en él el concepto de « derechos históricos ».
Otro tema político, polémico e interesante para los interesados, es la idea del gran Marruecos, arraigada por las reivindicaciones territoriales: Mauritania, el Sahara oriental y Sahara occidental. Para comprender bien esta idea –dice al-Messari- hay que situarla en su contexto histórico, como parte de la lucha contra el régimen colonial y por la recuperación de la realidad territorial que el colonialismo europeo deshizo. En efecto, los territorios marroquíes fueron divididos mediante arreglos, “entente” y anexiones llevados por Francia. Cuando Marruecos reivindicaba Mauritania en 1956, creía que la realidad histórica debía restablecerse, y no era en pensamiento en sentido único, sino un pensamiento y sentimiento recíprocos, puesto que los nacionalistas mauritanos querían integrarse en Marruecos, así era la idea de Fal Uld Umeir, Day Uld Sidi Baba, Mujtar Uld bah y otros dirigentes. Cuando Marruecos se independiza en 1956, aparece la comunidad internacional con una agenda llena de prioridades inmediatas; la recuperación de su integridad territorial reconocida por la Conferencia de Algeciras en 1906. Marruecos tenía a casi todos los árabes y el continente africano a su lado en su lucha por la recuperación de su integridad territorial, gracias al prestigio de Mohammad V y el esplendor de su lucha por la liberación. No obstante, en la ONU, la última resolución de franco apoyo a Marruecos en lo que concierne el Sahara Occidental, fue en octubre de 1964, cuando la ONU exhortaba a España a entrar en negociaciones con Marruecos sobre los asuntos de soberanía que implicaba aquel territorio. Pero aquella era la última resolución en Pro de Marruecos, ya que en noviembre de 1965 surge el asunto Ben Barka, y el país adquiere paulatinamente la mala fama de asesinar a un líder político, donde faltan libertades y donde no hay cohesión interior. Era el aislamiento.
Después de este intermedio político-polémico, al-Messari hace una reflexión sobre un aspecto estructural de las relaciones hispano-marroquíes, se trata del déficit siempre existente; la persistencia del litigio sobre Ceuta, Melilla y las rocas, que sigue envenenando las relaciones bilaterales, cómo España evocaba continuamente los derechos históricos sobre Sidi Ifni, Sakia al Hamra y Rio de Oro cuando declaró en 1958 que fuesen provincias españolas con propia representación en las Cortes, y el episodio de Perejil (isla Tura) que resucito una literatura bélica cargada de prejuicios y falsedades, que divulgaron los medios de comunicación españolas respecto a Marruecos. El autor piensa con certeza, que Marruecos es tradicionalmente, una cuestión clave para el pensamiento estratégico español, pero que aparece a menudo como ilustración de una decepción, y muestra tres episodios de esta reflexión.
Con la España de la democracia ha llegado un cierto cambio a pesar de algunos dispares. Para al-Messari el futuro se anuncia en una perspectiva de serenidad, que permite preconizar unas relaciones sanas y sensatas, y muestra sus razones:
1-Las relaciones internacionales se rigen a base de la interdependencia de intereses. Las empresas españolas cuando invierten en Marruecos lo hacen porque es un negocio ventajoso, y porque saben que tienen lugar.
2-Marruecos es un país de Occidente. Las cuestiones que tocan la seguridad de la región, su estabilidad y el crecimiento de la cooperación, es obra común de todos. Toda política exterior de Marruecos está basada sobre el entendimiento, diálogo, paz y cooperación, sobre todo con España.
3-Marruecos esta empeñado en un proceso democratizador, premeditado para acceder a la modernidad. En este contexto todo su interés esta concentrado en mantener y profundizar sus relaciones con Francia, España, Portugal y Italia.
4-Tanto el proceso de la integración europea, como el plazo de 2010, implican que el diálogo de Marruecos con Europa, cada vez estará más condicionado por el proceso de integración europea, es decir que las relaciones entre España y Marruecos serán más objetivas, más racionales, y tal vez más libres de los arcaísmos que marcan hasta el momento las relaciones bilaterales.
El asunto del Sahara sigue siendo utilizado en los círculos políticos españoles, lo que ocurre usualmente es que, cualquiera que sea el color político de la mayoría, el gobierno se comporta con cierta cautela. Al- Messari evoca cuantos comportamientos considerando que se trata de un ping pong que surge en la política española, que se utiliza como objeto de acoso entre la mayoría y la oposición. Para él, en este asunto hay que distinguir dos fases: en un inicio se planteaba un problema de descolonización, como litigio entre Marruecos y España desde 1956 hasta 1975, y en la segunda como un litigio de carácter geoestratégico entre Marruecos y Argelia desde 1976. Asigna a esta distinción un análisis de hechos bien detallado.
Por último, en el eje cultural que no es tan polémico como se cree, en lo que se refiere a las relaciones con España, destacan sus reflexiones sobre el pluralismo cultural en Marruecos, los sefardíes en América, Islam y democracia, derechos de la mujer, y memoria compartida. No obstante, anotamos algunas pretensiones en algunos medios de información y ONGs españolas, sobre el antagonismo entre lo árabe y lo amazigh, el derecho de la mujer, la democracia y el integrismo, que el autor no ocurrírsele abordar, tal vez, para no ser prolijo en polémicas, y crear un ambiente de diálogo y concordia. El futuro de estas relaciones depende del grado de atención y estima que prestan mutuamente sus intérpretes de oficio. La experiencia del señor al-Messari está, desde luego, en el origen de su interesante libro, su objetivo es un intento de formular una teoría para el futuro de los dos países vecinos, que tendrán que enseñarnos cómo soportar las diferencias, los desentendimientos, y racionalizar sus
relaciones.





BREVE COMENTARIO DEL LIBRO “HISTORIA DE MARRUECOS”


BREVE COMENTARIO DEL LIBRO “HISTORIA DE MARRUECOS”
D. Abdelaziz Assaud

En principio quiero elucidar que mi exposición, no pretende elaborar una crítica histórica sobre el contenido de la obra magistral que ha escrito el profesor D. Víctor Morales Lezcano, ya que no he tenido suficiente tiempo como lector, para poner en crítica tal trabajo, aunque el autor mismo confiesa tener varias omisiones y carencias en su trabajo. Pero aquello, no me dispensa de exponer algunas notas criticas posteriormente, no al tenor del libro, sino a la forma como se elaboro.
Víctor Morales Lezcano es un buen conocedor del tema de Marruecos, un estudioso de las relaciones hispano-magrebíes entre 1830 y 1962, en su primer libro inclinado sustantivamente del lado de la Historia Contemporánea. Había abordado por vez primera en la historiografía española el estudio que resume la trayectoria del colonialismo hispano-francés en Marruecos, entre las décadas de 1898-1927, en su primer libro editado en 1976 por el siglo XXI editores. Sobre la cuestión se ha escrito bastante, con calidades que no siempre han obtenido el beneficio placito del espíritu crítico, salvo unas cuantas excepciones. No obstante, el profesor V.M.L. se prestó a asumir otro valioso trabajo que estimamos un complemento al anterior, y que aborda el tema del Protectorado español en Marruecos (1912-1956), editado por la U.N.E.D. en 1984. Tal libro, ha sido pensado como un trabajo de síntesis con la intención de analizar el juego de tres fuerzas profundas o instancias diacrónicas _ como pretendía el autor mismo_ la implantación, el interregno, y la posguerra, a lo largo del paréntesis colonial fuertemente marcado por la guerra del Rif y la Guerra Civil española.
La historia de Marruecos hecha en España, solo cuenta con algunos vestigios bibliográficos de épocas pasadas, como la obra del clérigo Manuel Pablo Castellanos que data del ultimo tercio del siglo XIX, denominada “Descripción histórica de Marruecos y breve reseña de sus dinastías” (Santiago de Compostela 1887). O bien enfoca periodos y cuestiones parciales sin que ello se haya traducido en las cinco últimas décadas en un intento de añadir mas dimensiones monumentales a una historia de Marruecos que colme el vacío bibliográfico que advertimos.
De la época colonial contamos con obras, como “Historia de Marruecos. Apuntes para la historia de la penetración europea, y principalmente de la española en el norte de África”, Madrid, 1915, de Jerónimo Becker. El libro de Antonio Canovas del Castillo “Apuntes para la historia de Marruecos”, Madrid, 1913. Y las obras de Tomas García Figueras “Marruecos”, Tetuán, 1955. “Miscelánea de estudios históricos sobre Marruecos”, en 1949. También hubo varios escritores que han elaborado muchísimos artículos sobre temas específicos, tales como la arqueología marroquí de Miguel Tarradell, o temas de educación y enseñanza en general durante el Protectorado español de Fernando Valderrama. A todo ello, añadimos los estudios concentrados en el siglo XVIII de Mariano Arribas Palau en diversas revistas históricas. Es muy interesante recordar y reconocer aquí la labor que llevo adelante, el también clérigo investigador D. Ramón Lourido Díaz especializado en el siglo XVIII marroquí, y precisamente en el sultanato de Sidi Muhammad ben Abdallah.
La experiencia marroquí del D. Morales Lezcano está, desde luego, en el origen de su “Historia de Marruecos”. El objetivo de la obra está explicado por el propio autor en su introducción: “Este es un libro que sintetiza la historia de Marruecos...el relato de la evolución en el tiempo de uno de los tres países vecinos próximos de España..Es, además, historia de las relaciones exteriores de Marruecos desde el principio hasta el final, de sus contactos con el Magreb, con los limites subsaharianos del Marruecos profundo, con los pueblos y las civilizaciones latinas del Mediterráneo occidental y con el mundo ibérico muy especialmente”.
El proyecto del autor se sitúa, pues, consciente y explícitamente, en el intelecto de que Marruecos o el “Magreb al-Aksa” apareciera perfilado en cada momento apropiado, respecto a su posición dentro de la ocupación romana, durante el nacimiento del Medievo, y su islamización. En cuanto se acercase a los tiempos modernos la narrativa entrase en mayores detalles y extensión, de forma que el conocimiento de Marruecos, en realidad, el conocimiento de un vecino inmediato en cuya cercanía se reconoce una aligación especular, que se define, entre otros, como el “vecino inquietante” o “vecino alejado”. El autor dilucida el ámbito ideal que arraiga en el imaginario de los españoles proporcionado por una “aversión secular” hacia el musulmán o marroquí. Hay que empezar por matizar el pasaje citado en la introducción de le obra, en el que Morales Lezcano afirma que: “El común de los españoles, arrastra una rémora historiográfica en el dominio de las historias nacionales que salta a la vista de cualquiera. Es decir, nos falta haber llevado a buen fin un proceso que venimos llamando de nacionalización de los enfoques historiográficos, atinentes a países, pueblos y naciones de nuestro entorno geohistorico transpirenaico y trasmediterráneo. Mientras sigue pendiente esta deuda, entendimos, por parte nuestra, que era ésa nuestra tarea: redactar una síntesis, una historia de Marruecos”. A más aquello, aclara el autor: “de puro creer que uno no necesita conocerse ni indagar sobre su identidad, buena, normal y canónica, es como nacen el prejuicio y su subproducto, el estereotipo, con la consiguiente deformación de la opinión. Mucho hay que hacer todavía en este campo de juego hispano-marroquí”.
A través de unos cuantos títulos clásicos y otros recientes, V.M.L. de integra en una nueva tradición historiográfica que responde sobretodo, a un intento sistemático de analizar las relaciones entre Europa, España y el Magreb, a partir del reinado de Sidi Mohammad ben Abd-Allah hasta la mitad del reinado de Hassan II.
El plan del autor requiere, pues, por su exhaustividad, una explicación complementaria de la que él mismo da, y que se encuentra parcialmente, en la tradición historiográfica a la que la obra de Morales Lezcano pertenece. Sin embargo, ésta no es la única razón que explica la ambiciosa concepción de la obra. Esta consta, de tres partes, la primera de ellos contiene una historia de Marruecos, desde los “siglos oscuros” como pretendía el autor, hasta el final del siglo XVIII. Esta primera parte, como concebimos, aglomera muchos periodos decisivos en el componente histórico del país, no sea que, el autor quiso dejar por negligencia, tal cual, solamente les asigna unas 136 paginas. La segunda parte abarca el siglo XIX, y orienta toda la importancia hacia la conflictividad que genero el imperialismo colonial, en menos de 70 paginas. Solo la tercera parte del libro acumula el conjunto esencial de la narración, con 200 páginas, puesto que, se trata de la época más intima al autor, sobretodo, su vinculación a través de sus fecundos estudios mencionados anteriormente.
El resultado práctico de este trabajo elucida la existencia de un desequilibrio (a) no lógico, en las partes mencionadas, si nosotros consideremos la importancia académica de la obra. Tal vez, el autor, nos prescinde de esta fatiga mientras revele el aspecto docente que procura, y la coexistencia deseable entre ambos pueblos vecinos: “Esta historia de Marruecos pretende ser... una guía para españoles adultos y profesores de historia a lo largo y ancho del país. Si hubiese algún profesor o lector marroquí que se sumara a ese club de lectores, tanto mejor.(mi considero uno de ellos) La recepción de la obra en Marruecos, por critica que sea, no hará sino bien a nuestras relaciones históricas de vecindad, pues coexistimos a pesar de nuestras fronteras, de nuestras percepciones entrecruzadas y nuestras interpretaciones historiográficas”.
Y por ultimo, presentar estas observaciones no significa, ni mucho menos, disminuir el gran esfuerzo que ha rendido el historiador mismo, en el pasado, y lo rendí en el presente, o lo rendirá en el porvenir, en el interés de los dos vecinos pueblos, vinculados por una historia compartida.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Los verdaderos piratas,*Joaquim Sempere


Somalia
Los verdaderos piratas
*Joaquim Sempere 07/11/09

En 1991 se hundió el orden político de Somalia, país que sucumbió a una guerra civil empeorada por la intervención estadounidense. El colapso político dejó la sociedad somalí sin defensas, situación que fue aprovechada por navíos procedentes de Europa, Estados Unidos, China y otros países para verter en sus aguas grandes cantidades de residuos tóxicos y radioactivos. El abuso se hizo visible cuando, en 2005, un tsunami depositó en las playas y costas somalíes bidones corroídos y otras muestras de estos residuos. Según el enviado de las Naciones Unidas en Somalia Ahmadou Ould-Abdallah, la porquería tóxica acumulada en pocos días por la catástrofe marina provocó úlceras, cánceres, náuseas y malformaciones genéticas en recién nacidos y, al menos, 300 muertes.
Pero las desgracias no terminan ahí. Aprovechando el desgobierno, una multitud de barcos de pesca empezó a faenar en las aguas frente al país, incluidas sus aguas territoriales. En 2005 se calculó que pescaron allí unos 800 barcos de distintos países, muchos de ellos europeos y, más específicamente, españoles. Se estima que los ingresos generados durante un año por esta pesca extranjera ilegal ascendía a 450 millones de dólares. El resultado fue la rápida disminución de unas reservas pesqueras que eran el principal recurso para las comunidades de pescadores del país, catalogado como uno de los más pobres del mundo.
Un reportaje de Al Yazira informa de que grupos de somalíes trataron de constituir un cuerpo autodenominado “Guardacostas Voluntarios de Somalia”, reuniendo dinero con el que pagar a la empresa estadounidense Hart Security, que se dedica a entrenar y formar luchadores y mercenarios por todo el mundo –y que, años más tarde, ha actuado como mediadora para el cobro de rescates en aquellas mismas aguas: ¡negocio redondo!–. Al parecer, hubo intentos de esos guardacostas voluntarios de negociar con los buques de pesca extranjeros para que dejaran de faenar o pagaran un impuesto para seguir haciéndolo, intentos que resultaron fallidos. El desenlace final fue lo que hoy se califica como piratería somalí. En un país plagado de armas, desgarrado por bandas rivales y sometidas a una situación económica desesperada, un desenlace así no debería sorprender. A la vista de lo anterior es legítimo preguntarse: ¿quiénes son, en esta historia, los verdaderos piratas?
Hay en España quien propone que los atuneros españoles (que son sobre todo vascos) lleven militares a bordo para disuadir a los piratas. En el Parlamento vasco, los votos del PP y el PNV han hecho posible el pasado 8 de octubre aprobar una moción en esta línea. El Congreso ya lo había descartado meses antes arguyendo que la legislación española no lo permite. Francia sí lo permite, y hace tiempo que en el Índico los barcos de pesca franceses llevan militares a bordo. Pero esta diferencia es de detalle: ambos países lograron que el 10 de diciembre de 2008 los ministros de Defensa de la Unión Europea aprobaran la llamada Operación Atalanta contra la piratería somalí, y que se diera luz verde al envío de entre 6 y 10 buques de guerra para “garantizar la seguridad” en el golfo de Adén con el mandato de vigilar las costas de Somalia, “incluidas sus aguas territoriales”.
Estos hechos muestran que el colonialismo no sólo no ha muerto, sino que está tomando nuevos bríos. Y un nuevo aspecto marcado por la crisis de recursos naturales, en este caso la pesca. Las flotas pesqueras de los países ricos, compuestas por buques con capacidad para moverse por todos los mares del mundo, esquilman un caladero tras otro: son las principales culpables de la sobrepesca que desde hace años viene destruyendo la capacidad de regeneración de las especies marinas y preparando un colapso de las capturas a escala mundial. Las primeras perjudicadas son las poblaciones de los países pobres que dependen de la pesca local: ellas carecen de flotas potentes para pescar lejos de sus costas. El caso somalí es uno de los más sangrantes por las circunstancias políticas internas, pero no es el único.
España está recuperando sus blasones imperiales contribuyendo a empobrecer a uno de los países más pobres del mundo. Al hacerlo no sólo comete una injusticia, sino que practica una política sin futuro también para sus habitantes. Porque cuando ya no haya caladeros por explotar en ningún rincón del mundo, ¿qué harán nuestros marineros y pescadores?
Es una indignidad aprovecharse de un país desangrado por una guerra civil y luego mandar a los soldados a defender una causa indefendible que no hace más que profundizar la tragedia de ese pueblo. Y si se quiere mirar desde otra óptica, ¿cuánto nos cuesta mantener la dotación de dos buques de guerra, un avión y 395 efectivos de la Marina española que tenemos destacados en la zona?
El caso tiene su moraleja. Un país desarrollado como España no debe, tras agotar sus propios recursos pesqueros, expandirse por los mares del mundo privando a otras poblaciones más pobres de sus medios de subsistencia, porque agrava la situación de esas poblaciones y las empuja a una resistencia que desemboca en aventuras violentas y salidas militares. La solución hay que buscarla en casa, adaptándose a unos ecosistemas dañados y gestionándolos mejor (por ejemplo, con la piscicultura como alternativa a la pesca), y adoptando medidas previsoras para que nadie se quede sin trabajo y sin fuente de ingresos. Es inquietante que se esté haciendo exactamente lo contrario: optar por la huida hacia delante y por un neoimperialismo ecológico reforzado militarmente que sólo puede redundar en un empeoramiento de la situación.

*Profesor de Teoría Sociológica y Sociología Medioambiental de la Universidad de Barcelona


Video:Consecuencias ecológicas-económicas positivas de los piratas para la población autóctona:
http://www.youtube.com/watch?v=PXUBpmgAnjA&feature=player_embedded

Knaan, músico somalí habla sobre los piratas:
http://www.youtube.com/watch?v=UTxJLlQCe4U
Al Jazeera con los piratas y las consecuencias negativas:
http://www.youtube.com/watch?v=t9fIj4u3RKAhttp://davidsegarrasoler.blogspot.comwww.guaratarofilms.com

lunes, 9 de noviembre de 2009

LOS ÁRABES EN CUBA


LOS ÁRABES EN CUBA

Palacio de Cien Fuegos. Ejemplo de influencia morisca

Uva de Aragón
La presencia árabe en Cuba data de los primeros años de la colonia y puede describirse como hispano-morisca y morisco-norafricana, compuesta por esclavos y personas libres convertidas al catolicismo. Esta presencia dejó su mayor huella en la arquitectura, pues durante el siglo XVII y principios del XVIII predominó en La Habana, Remedios, Santiago de Cuba y otras ciudades el estilo mudéjar, que combinaba elementos occidentales y árabes, herencia importante de la escuela de construcción morisca de Sevilla.
A pesar del recelo de los españoles por los árabes, y de la inestabilidad que sufrió Cuba a partir de 1868, a finales del siglo xix comenzó a llegar una discreta inmigración árabe al país, principalmente compuesta de libaneses, sirios y palestinos. Algunas fuentes consideran al libanés Antonio Farah, que arribó a la Isla en 1879, y logró ser concejal del ayuntamiento de Pinar del Río, el precursor de esta inmigración, mientras que otras se refieren al otomano José Yabor, ya instalado en la Calle Monte en La Habana en 1870.
En todo caso, los árabes asentados en Cuba sumaban unos 800 en los 1900. Cabe destacar que varios de ellos pelearon en el Ejército Libertador, entre los que se destacan los libaneses Benito Elías, Nasim Faray y Juan Manzur, los sirios Alejandro Haabad, Aurelio Elías y Esteban Hadad, y los palestinos Juan Abad y Agripín Abad, entre otros.
La República tuvo una política favorable a los inmigrantes. Era natural. El país se había quedado prácticamente despoblado debido la emigración, la baja tasa de natalidad y el número de muertos en la guerra, especialmente hombres, que formaban entonces la mayor parte de la fuerza laboral. En 1906 se promulgó la Ley de Inmigración y se creó un fondo para importar braceros y ayudar a familias europeas recién llegadas. Fueron los haitianos quienes fundamentalmente engrosaron la fila de los trabajadores destinados al sector agrícola, y se produjo asimismo una inmigración de franceses, italianos, rusos, sirios, libaneses y palestinos.
Los “turcos”, como se les denominaba, pues procedían principalmente de países que formaban parte del antiguo imperio Otomano, llegaron en varias oleadas. La primera, del 1902 al 1919, se estima que fue de 6, 536 aunque La Primera Guerra Mundial interrumpió el flujo y no llegan muchos entre 1913 y 1920. En la próxima década se duplica la cifra anterior, pues arribaron a Cuba más de 13,000 árabes. Sólo en 1924 se establecen en la isla 3,874. Con la crisis económica que enfrentaba el país, el número decrece a partir de 1927, aunque se produjeron algunas oleadas menores en las décadas del 40 y 50.
Como tantos inmigrantes, la mayoría de los árabes salían de sus tierras por razones económicas. Hacían la travesía en vapores trasatlánticos de la época. Un gran porcentaje eran hombres entre 14 y 45 años, entre otras razones porque las sociedades de donde provenían no dejaban a las mujeres viajar solas. Con todo, en la primera etapa especialmente llegaron a Cuba mujeres y niños, posiblemente con los padres de familia, o después de que los mismos se establecieron en el país y podían costear los viajes de la esposa e hijos.
Más de la mitad de los inmigrantes árabes sabían leer y escribir, y aunque gran número declararon a las autoridades aduaneras ser labradores y jornaleros, en realidad la mayoría se desempeñó como comerciantes.
En los primeros tiempos pasaban apuros. Incluso en el pueblo de Casablanca se ubicó un campamento de inmigración con el nombre de Tiscornia donde eran internados los inmigrantes que no cumplían los requisitos de salud, protección de algún familiar o garante en la isla, o la posesión de por lo menos 30 pesos. Cuando eran liberados se alojaban por lo general en pensiones donde les alquilaban habitaciones a precios elevados que pagaban entre varias familias, por lo cual vivían con gran aglomeración e incomodidades.
Con todo, desde el siglo XIX una zona de la Calzada del Monte (por el Monte Líbano) se caracterizaba por multitud de comercios, tiendas minoristas, hoteles, fábricas, almacenes, restaurantes, dulcerías, entre ellos la sastrería y tienda de ropa nombrada El Turco, una de las muchas pruebas de la impronta étnica en al área. Aparte de en La Habana, hubo importantes asentamientos en Pinar del Río, Santa Clara y Oriente.
Muchos nombres sufrieron transformaciones. Barakat, por ejemplo, se convirtió en Barquet, Abí Suleiman en Abislaiman, Fayad en Fabían, Tawfik en Teófilo. Se asimilaron bien a la cultura cubana y contribuyeron al país en muchos renglones. Por ejemplo, el inmigrante libanés Natalio Chediak Sega introdujo el cultivo del gusano de seda en la isla, además de que la familia es recordada por los Laboratorio de Investigaciones Clínicas ‘’Chediak’’ y porque el Dr. Moisés Chediak, fue uno de los descubridores de una rara enfermedad de la sangre, el síndrome Chediak-Higashi. También la familia Kourí se distinguió en el campo de las medicina, como los Bared en el de la joyería y los Babún en el mundo de los negocios en la provincia de Oriente.
Son algunos de muchos ejemplos posibles pues aunque numéricamente no fueron muchos los árabes que se asentaron en Cuba, se destacaron por una gran capacidad de trabajo y tenacidad, ese tesoro oculto que viaja con cada inmigrante en su escaso equipaje.

'Salam alekum' Latinoamérica





'Salam alekum' Latinoamérica
Los emigrantes árabes sacrificaron parte de su identidad para integrarse en la región.- Las nuevas generaciones vuelven a reivindicar sus orígenes


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Líderes políticos, intelectuales, militares, banqueros, artistas y empresarios. Basta mencionar algunos nombres como el del ex presidente argentino Carlos Menem, de origen sirio, o el del empresario millonario mexicano Carlos Slim, de origen libanés, para ilustrar el alcance de la emigración árabe en América Latina, que se asentó con fuerza en el continente especialmente en el primer tercio del siglo XX. Las generaciones herederas han conservado parte de las raíces árabes. Sin embargo, "por su propio interés, los primeros emigrantes cometieron una especie de suicidio cultural para facilitar la integración", explica Abdeluahed Akmir, catedrático marroquí de Historia contemporánea y coordinador de Los árabes en América Latina, coeditado por Casa Árabe y Siglo XXI.
La noticia en otros webs
Los primeros árabes, apodados despectivamente "turcos" por proceder del Imperio Otomano, trataron de evitar que sus hijos sufrieran el mismo rechazo que ellos habían experimentado. "Les dieron nombres españoles, no les enseñaron la lengua materna y permitieron su conversión a la religión católica al inscribirlos en escuelas religiosas", señala Akmir, aunque resta dificultad al cambio de fe, porque las primeras oleadas de emigrantes eran en su mayoría cristianos maronitas y ortodoxos.
El diplomático y filósofo argentino Víctor Massuh llega afirmar, según recoge en su libro Akmir, que su pasado no es la historia de sus padres ni de sus abuelos sino de la comunidad a la que pertenece, y que sus referentes son las figuras de la historia argentina como Alberdi, Echeverría y San Martín. Es lo que Karim Hauser, coordinador del programa Arabia Americana de Casa Árabe de Madrid, describe como "sacrificio inconsciente de una parte de la identidad". Como consecuencia de la distancia y de los obstáculos para mantener un contacto fluido con la familia, el idioma se olvida y la identidad de las siguientes generaciones se diluye.
El intento precipitado de ocultar la raza y la búsqueda de referentes en los héroes e intelectuales latinoamericanos no impidió, sin embargo, que muchos vínculos culturales sobrevivieran. "No sólo intervino la tradición oral sino también la creación de clubes sociales", apunta Abdeluahed Akmir, donde "evocaban la tierra lejana, escuchaban su música y disfrutaban de su gastronomía". Con el tiempo, llegarían a convertirse en lugares de mucho prestigio, reflejo del progreso económico de los árabes y de su paulatina inserción en las capas más altas de la sociedad.
Fueron también de gran importancia, aunque de menor impacto, los periódicos en árabe fundados por la élite emigrante, que creó un innovador movimiento, la literatura del mahyar o de la emigración, espejo de la obra de Jalil Gibran en Estados Unidos, "y que hoy prácticamente se ha perdido, extraviada en los pocos periódicos de la época que aún se conservan", se lamenta Akmir.
Pero la impronta que el desembarco árabe inscribió en América fue todavía más allá: supuso una modificación sustancial de las prácticas económicas con la introducción de la venta a plazos y el sistema de créditos. "El mapa empresarial de América Latina sería hoy en día muy diferente de no haber sido por la presencia árabe", sostiene Karim Hauser, que recuerda que fueron los vendedores ambulantes árabes, conocidos como mercachifles, quienes abrieron las rutas comerciarles a los lugares más recónditos del continente.
Su éxito en el comercio les permitiría amasar grandes fortunas para dar el salto a la industria y a la banca y acceder, desde una posición económica privilegiada, a la élite militar y a la clase política dirigente. Jorge Antonio, consejero económico de Perón en Argentina, y los ex presidentes Julio César Turbay, en Colombia, o Abdalá Bucaram, en Ecuador, son el ejemplo del nivel de la inserción árabe en América Latina. "No hay que olvidar que los árabes de tercera y cuarta generación son ya y se sienten plenamente ciudadanos latinoamericanos", añade Abdeluahed Akmir.
Sin embargo, los atentados del 11 de septiembre reinvirtieron el proceso inicial de suicidio cultural. Según Akmir, el ataque contra las Torres Gemelas hizo que "muchos latinoamericanos descubrieran" a los árabes, especialmente en la zona de la triple frontera, entre Argentina, Brasil y Paraguay, donde "se asienta una emigración árabe musulmana reciente". Y de la marginación por motivos étnicos de principios del siglo XX se produce un salto a la marginación actual por motivos religiosos, que ha llevado a mezclar los conceptos de raza y religión y a no distinguir entre lo árabe y lo musulmán. Ha sido precisamente esta nueva forma de discriminación la que ha estimulado el despertar de las nuevas generaciones árabes latinoamericanas, que rechazan la identificación de islam y terrorismo y vuelven a reivindicar su identidad, a interesarse por su cultura y a sentirse orgullosos de la civilización de sus bisabuelos.


El Pais
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Salam/alekum/Latinoamerica/elpepuint/20091105elpepuint_2/Tes

viernes, 4 de septiembre de 2009

ترجمة إدريس الجبروني: مذكرات عبدا الله الزيري القرن الحادي عشر الميلادي بضمير المتكلم

مذكرات عبدا الله الزيري القرن الحادي عشر الميلادي بضمير المتكلم ترجمة إدريس الجبروني




الترجمة الاسبانية لكتاب /
مذكرات عبدا الله الزيري
القرن الحادي عشر الميلادي بضمير المتكلم
بقلم : ميرسيديس غرثياأرينال
ترجمة إدريس الجبروني
لقد مثل القرن الحادي عشر الميلادي انهيار حكم الخلافة الأموية بقرطبة، وظهر على إثر هذا التفكك عدد لا يحصى من الإمارات التي أطلق عليها «دول الطوائف»، كما برز على المستوى السياسي والعسكري أشخاص مجهولون أسسوا عدة ممالك، وكانت العلاقة بينها – تتأرجح بين علاقة تبعية متبادلة وتنافر وخصومة مفتوحة – وبين الممالك المسيحية
بشمال إسبانيا قد جعلت من الأندلس في القرن الحادي عشر الميلادي عبارة عن فسيفساء تاريخية فاتنة.

بقلم: ميرسيديس غرثيا أرينال ترجمة: إدريس الجبروني-المغرب-

ومع ذلك لم ينتج عن هذه التجزئة السياسية تدهور وانحطاط اقتصادي وثقافي، بل استمر النمو الاقتصادي والتجاري البارز الذي كان قد بدأ أيام الأمويين في قرطبة، وقد نجا هذا الاقتصاد من الخسائر التي سببتها الحرب الأهلية التي وقعت ما بين 1010 – 1013م بين العرب والبربر، لم يتكيف الاقتصاد القروي والحضري مع الوضعية السياسية الجديدة وحسب، بل حقق حيوية عجيبة. واستعمل الغنى المتنامي لتموين الحروب الدائمة، والقوات الإفريقية، وأداء الجزية لـ «ألفونسو السادس»، والبلاط الأدبي. وبالفعل فإن الأندلس بلغت عندئذ أعلى مستوى فكري في تاريخها، كما أن النشاط الفني والأدبي بلغ ذروته : إنها حقبة ازدهار ثقافي لا مثيل لها، حيث تحولت كل مدينة إلى قرطبة صغيرة، وأصبح كل حاكم نصيرا وحاميا للآداب والفنون الجميلة، أو شاعراً كبيراً مثل المعتمد بن عباد، ملك إ شبيلية، أو المعتصم بألميرية.ومن جهة أخرى، إن القرن الحادي عشر، كما وصفه «رامون مينينديث بيدال» يعتبر أغنى قرن في تاريخ إسبانيا في الحركة الشديدة والحاسمة، أي «إسبانيا سيد»، وإذا أردنا الدقة أكثر: «إسبانيا الفونسو السادس»، حيث تم توطيد نفوذ وسيطرة قشتالة. إن هذا القرن كان فريدا من حيث البروز والتعقيد التاريخي فيما يرجع إلى إسبانيا المسلمة، وفي غياب المصادر التاريخية يمكن القول، لعله القرن الذي يعرف أسوأ معرفة، لدرجة أننا لا نعثر على دراسة تاريخية تركيبية وتحليلية عن عهد دول الطوائف. إن «تاريخ إسبانيا المسلمة» الذي ألفه «ليفي بروفانسال»، هذا العمل المترجم إلى الإسبانية يضم مجلدين مخصصين لتاريخ الأندلس ضمن «تاريخ إسبانيا» الذي أشرف عليه «مينينديث بيدال» يتوقف عند سقوط حكم الخلافة في الأندلس. وضمن هذا الفقر العام للمراجع التاريخية تبرز حالة غرناطة، التي تخرج اليوم لأول مرة من الظلام التاريخي بفضل عائلة بربرية، وهي عائلة الزيري والفضل هنا يرجع إلى مصدرين تاريخيين من أهم المصادر.المصدر الأول هو ديوان شعر لليهودي الغرناطي «صمويل بن نغرلة» الذي عمل وزيراً مع أميرين زيرين بالتتالي، وتمدنا قصائده بأخبار تاريخية (نشر الديوان د.س. ساسون بلندن سنة 1934م، وقدم دراسة عن مضمونه التاريخي 5 شيرمان). أما المصدر الثاني، وهو أكثر أهمية من وجهة النظر التاريخية فهو كتاب مذكرات عبد الله الزيري آخر ملك من العائلية الملكية الزيرية، الذي حكم من سنة 467هـ إلى سنة 483هـ (1075 – 1090) وهي السنة نفسها التي تم فيها خلعه من طرف المرابطين ونفيه جنوب المغرب، وبأغمات، إلى جانب أشهر ملوك الطوائف المعتمد بن عباد. يظهر أنه تمتع في هذا المنفى بحياة مرضية سارة، عكس المعتمد، وكتب عن أسلافه وعن نفسه وعن مدة حكمه. إن هذا الكتاب هو سيرة ذاتية، واحد من ثلاثة كتب صدرت من هذا الجنس إلى جانب كتاب «التعريف» لابن خلدون الذي ترجم إلى أول لغة أوروبية وهي الإسبانية. وفوق ما سبق ذكره يبقى واضحاً أن أهمية مذكرات عبد الله الزيري هي من الأهمية بمكان. لقد اكتشف المخطوط في العصر الحديث «ليفي بروفانسال» الذي نشر بعض أجزائه في مجلة «الأندلس» سنة 1935م. وفي سنة 1953م كان الكتاب كله قد نشر جزءاً في المجلة المذكورة (صدرت المذكرات في كتاب مستقل في القاهرة سنة 1955م) أعلن المؤرخ الفرنسي عن نشر الترجمة الإسبانية التي أنجزها التعاون مع المستعرب الإسباني «إميليو غرثيا غوميث»، وهذه هي الترجمة الإسبانية التي ظهرت اليوم ولأول مرة، ومهما طال انتظارها فإن القارئ والدارس لن يشعرا بالغبن. إن مذكرات عبد الله الزيري ليست مصدراً تاريخياً من الدرجة الأولى وحسب بل هي بالإضافة إلى هذا وثيقة إنسانية وقراءتها شائقة، وما يضفي عليها جمالا هي الترجمة الرائعة إلى الإسبانية التي أنجزها المستعرب «غرسيا غوميث».وكما أعلن «غرسيا غوميث» في المدخل الدراسي الذي وضعه للكتاب أنه قسم هذه المذكرات إلى فصول متابعة للنص، ولم يكن الأصل العربي يحتوي على أي عنوان ولا على تقسيم داخلي.وحسب هذا التقسيم فإن الفصل الأول والأخير من مذكرات عبد الله الزيري يشكلان بالتتالي المدخل وخلاصة الكتاب. يحتوي المدخل على مجموعة من الاعتبارات التمهيدية، حيث يحاول المؤلف من خلالها -سلفاً- تحديد المؤرخ الموضوعي والإشارة إلى صعوبة اتخاذ موقف الحياد، بينما تحتوي الخلاصة على مجموعة من الاستطرادات في الكلام حول القدر وجبرية الإنسان، وهو ليس استنتاج شخصي للمؤلف بل إشارة إلى الأخلاق العامة السائدة. الصفحات الأولى والأخيرة سليخة ومحملة بما فيه الكفاية، يظهر من خلالها الملك عبد الله الزيري رجلاً ذا ثقافة متوسطة وتعليلات نظرية ضعيفة، ومع ذلك تحتوي هذه الصفحات على بعض الأشياء يكشفها المؤلف عن شخصيته وحياته الخاصة التي قدمها بنغمة استحضارية حميمية.أما القسم الذي هو حقيقة تاريخية من المذكرات فيبدأ في الفصل الثاني، حيث يحكي فيه عن بداية العائلة الملكية الزيرية (ابتداء من سنة 1002م) حتى وفاة بن حبوس، وهي صفحات مقتضبة وغامضة، غير ممنهجة، وليس لها هيكل أو إطار تاريخي، يقدم فيها القليل من المعلومات، ومن دون شك فهي مخيبة بالنسبة للمؤرخ المحترف. ابتداء من الفصل الثالث يكتسب الكتاب حيوية وأهمية حقيقية عندما يحكي أولا عن حكم أكبر ملك من عائلة الزيري باديس المظفر، وهو جد المؤلف وسلفه القريب والمباشر في وراثة العرش.ومن دون شك، فإن عبد الله سمع منه مباشرة عدة ذكريات عائلية وأحداث وقعت في مدة حكمه، وخاصة في الصفحات التي يصف فيها مدة حكمه، ويبدو من خلال صفحات الكتاب أن الجد باديس مثل أم عبدالله كان لهما دور أساسي في حياته وهما طرف حيث إنهما يشكلان مصدر هذه المذكرات. إن شخصية أم عبدالله تبدو جلية ظاهرة في الفصول التي يشير فيها إلى ظروف خلعه من طرف المرابطين ونفيه الذي كان نتيجة لذلك، وتجدر الإشارة هنا إلى ملك غرناطي آخر وهو أبو عبد الله الذي نفى أم عبد الله التي لم تظهر ضعفاً ولم تبخل عليه باللوم والعتاب.من الفصل الرابع إلى الفصل العاشر يصف أيضا ظروف حكمه محاولا الدفاع عن نفسه بأنه غير حازم ومتردد ومقصر ولم يكن مؤهلا للحكم، ويبرر أفعاله وإهماله لبعض الأمور. وهناك حوادث مهمة يسكت عنها، ويبرز أخرى، محاولا إعطاء شخصيته والدور الذي كان له في هذه المأساة أهمية لم تكن لديه، وهذا يبدو واضحاً وظاهراً حتى في المذكرات. إن شخصية «ألفونسو السادس» ويوسف بن تاشفين تسيطران على السرد كله، كشخصيتين كانا لهما دور بارز في هذه الحقبة، بينما نجد أن المعتمد بن عباد هو الشخصية البارزة بين ملوك دول الطوائف. إننا نجد أن عبد الله الزيري مثل باقي ملوك دول الطوائف كان عبارة عن مرافق محض للأحداث التي تجاوزته، وهي أحداث لم يعطها دائما الاهتمام والعناية التي تستحقها : مثل معركة الزلاقة الشهيرة، التي يخصها فقط ببعض السطور، كما أنه لا يعتني بضبط التواريخ وتحديد الأمكنة التي وقعت فيها الحوادث، إنه لا يقوم بدور المؤرخ، غير أنه يبدو جد معبر عندما يصف الحياة في غرناطة، وفسيفساء من اليهود والمستعربين والبربر والعرب الذين عاشوا في هذه المدينة، والشك والريبة المتبادلة بين المرابطين والأندلسيين والنزاعات بين دول الطوائف، كل ذلك شخصه وصوره من خلال الأحداث في المدينة، التي كان يسيطر عليها العنصر اليهودي بواسطة وزراء بنو نغرلة، والعربي الأندلسي ابن عمار شاعر ووزير عمل مع المعتمد بن عباد في أشبيلية، القشتالي «ألباروفانييت» والكونت المستعرب «سيسناندو دابيديس» والمرابطي غرور. لا نعثر على أي كتاب في التاريخ يؤرخ لهذه الحقبة (مثل الرسالة الحديثة التي تقدم بها في هذا الموضوع» أ.هاندلير THE ZIRIDSOF GRANADA، جامعة ميامي بولاية فلوريدا سنة 1974م) يمكن أن يحقق إطارا ندرك ونفهم الحسرة والشدة التي تعبر عنها هذه الصفحات والعمل المقلق الذي نتج عن الطلبات المتنامية لألفونسو السادس وما أحدثته في دول الطوائف، والوعي المطلق بأن الغاية (هناك فقرة من مذكرات عبدالله الزيري جد معبرة في هذا الشأن) من وراء مضايقات دفع الجزية ليست غير إضعافهم والسيطرة بسهولة على دول الطوائف مثل ما وقع لـ«طليطلة»، ويقدم المؤلف وصفا مؤثرا لإحدى مقابلاته مع «ألفونسو السادس» : العجرفة والاحتقار المطلق الذي يظهر الإهانة والعجز، وأخيرا الخوف الذي يحدثه لدى ملوك الطوائف والمكر والحيلة، ومحاولته أن يجعل من أعدائه سياجا ضد الآخرين.ومن جهة أخرى نلمس كذلك الفاجعة في الصفحات التي يتحدث فيها عن ظروف خلعه، ولأنه كان موجوداً في المغرب ولم يرد إثارة غضب الحكام المرابطين، وفي هذه الصفحات المأساوية يتحدث عن الفظاعة وخشونة قساوة المرابطين في معاملته ومعاملة أفراد عائلته. إن عبد الله الزيري لا يستطيع إخفاء نيته السيئة وابتهاجه في الفصل الحادي عشر، الذي يتحدث فيه عن الحظ الذي لقي نظراؤه ملوك دول الطوائف بألميرية وإشبيلية وبطليموس على يد المرابطين الذين لا يرحمون.إنه القرن الحادي عشر الميلادي (الخامس الهجري) بضمير المتكلم.مقدمة الكتاب كتبها «إميليو غرسيا غوميث» يتعرض من خلالها إلى مضمون هذه المذكرات، يضعها في سياقها التاريخي، بالإضافة إلى ملخص عن تاريخ الزيريين وعن حقبة حكم عبدالله (...) كما يتضمن الكتاب تلخيصا لآراء وتقييمات «رامون مينينديث بيدال» التي كانت قد نشرت في مجلة الأندلس (1936م). كما يتضمن النص تعليقات وتفسيرات كثيرة وبيبليوغرافيا تحيلنا على أهم المصادر المعاصرة. وتضم خاتمة الكتاب ملاحق تحليلية تسهل استعمال النص. ومن جهة أخرى فإن الكتاب صدر في طبعة جيدة متقنة. (...) مقدمة الكتاب مقتضبة ومضبوطة، وجهازه النقدي لا يتجاوز الحد. إن «غرثيا غوميث» يحدد إطار النص الذي ينطق وحده، ويسخر استغلاله عمدا للاختصاصيين فهؤلاء وجمهور القراء على العموم بوسعهم الآن الترحيب بظهور هذا الكتاب الذي طال انتظاره

martes, 28 de julio de 2009

Deir Yassin, sin olvido ni perdón

Deir Yassin, sin olvido ni perdón publicado en el diario LA REPÚBLICA de Montevideo
Deir Yassin, sin olvido ni perdón publicado en el diario LA REPÚBLICA de Montevideo




Deir Yassin, sin olvido ni perdón

publicado en el diario LA REPÚBLICA de Montevideo
Francia, la Checoslovaquia comunista y los mercados negros, abastecieron secretamente de una gran cantidad de armas a los europeos sionistas enquistados en Palestina. Nadie estaba al margen de las maniobras, todos estaban atentos, aunque, partícipes distraídos, presagiando la conspiración del silencio.Fueron tiempos apresurados. La organización terrorista Haganah, comandada por David Ben Gurion, el 6 de abril del '48, lanzó su Operación Naasón para despejar la carretera hacia Jerusalem y lograr la caída de Palestina. La valiosa colina de Deir Yassin a 2.600 pies de altura al oeste de Jerusalem, fue su estratégico propósito.
Los operativos fueron múltiples y devastadores. La Haganah llevó adelante su plan Yiftah (Jefte), con el objetivo de establecer el terror en la mayor cantidad de las aldeas y las ciudades árabes, como: Jerusalem, Galilea, Haifa, Jaffa, Safad, Nazareth y Tiberiades. Seguido por su irónico operativo Matateh (escoba).Sus demoledores avances entrelazados con los distintos planes terroristas y el plan Dalet 'D', barrieron con sus 13 campañas de terror a la población palestina. Vaciando las regiones y el sector occidental de Jerusalem. Las soñadas líneas divisorias marcadas en los mapas de la ONU, para la injusta partición de Palestina en 1947 (sin el consentimiento palestino), fue una romántica decisión internacional desechada por los sionistas.
De las memorias del sionista Yizthak Rabin sobresalió: "Caminábamos al aire libre acompañados por David Ben Gurion. Yigal Allon (jefe de la banda Palmaj), le preguntó, ¿Qué debemos hacer con la población árabe (palestina)? Ben Gurion meneó sus manos en un gesto, como diciendo expulsarlos fuera, fuera". ('Memorias de Ytzhak Rabin' versión censurada, publicada en el New Yor Times, el 23 de Octubre de 1979, de la 'Descripción de Rabin sobre la conquista de ciudad palestina Lydda, después de la conclusión del Plan Dalet').
Luego de asesinar al comandante de la precaria valiente resistencia palestina Abd al-Kadir al-Hussein (del tronco familiar de Yasser Arafat), en Castel, aldea en los suburbios de Jerusalén, los terroristas sionistas despejaron el camino de Jerusalén vía Deir Yassin, con un doble objetivo: romper la moral árabe y crear pánico en la población palestina.
Ese mismo día 9 de abril de 1948, con operaciones simultáneas, los grupos terroristas del Irgún Zvai Leumi, liderado por Menahem Beguin (premio Nobel de la Paz 1978!!) y la banda Stern (Lehi), se ocultaron en el asentamiento ilegal judío de Guivat Sha'ul e invadieron a las cuatro de la madrugada a la aldea de Deir Yassin, cercana a Castel y Jerusalén.
No hubo piedad. La peor de las barbaries fue descargada sobre la pacífica población campesina que dormía. Entraron casa por casa y más de dos centenares de palestinos fueron masacrados, mutilados, saqueados, vejados y arrojados en fosas comunes. Indefensos con miradas desesperadas y gritos de muerte y dolor desgarraron el indiferente cielo.
Jaques Renier, delegado de la Cruz Roja Internacional para Palestina, al forzar su entrada prohibida por las fuerzas sionistas, detectó que la mayoría de los muertos eran mujeres, niños y ancianos. En el macabro escenario encontró mujeres de avanzado embarazo con sus vientres abiertos a filo de cuchilla.Al día siguiente del barrido étnico en Deir Yassin, camiones de las bandas sionistas con altoparlantes recorrieron las calles de Jerusalén, extorsionando a los palestinos para abandonar sus hogares: "Si no os marcháis tendréis el mismo fin que la gente de Deir Yassin". Tan pronto "llegó a sus oídos que las mujeres habían sido violadas y muertas en Deir Yassín, los palestinos huyeron aterrorizados" (Israel and the Arabs: the 50 Year Conflict, BBC).
La espuria actitud en su lucha interior por el poder colonial, le jugó una mala pasada a Ben Gurión. Trató de diferenciarse con la masacre y conservar en el exterior la 'imagen respetable' de la Haganah, como una organización progresista devenida del socialismo europeo-sionista. Beguin desenmascaró la farsa de su camarada, publicando una carta de la Haganah: "Sé que planean un ataque a Deir Yassin. Quisiera señalar que la captura de Deir Yassin y su ocupación forma parte de nuestro plan general. No tengo ninguna objeción en que lleven a cabo la operación si son capaces de apoderarse de la ciudad... Si fuerzas extranjeras, es decir, árabes, penetran en el lugar, esto estaría en contra de nuestro plan de establecer ahí un campo de aviación". (Diario Ha-Haskif, abril 11 de 1948).El razonamiento xenófobo, también fue parte curricular de la historia del terrorismo sionista. Con su partitura herodiana, Menahem Beguin confirmó: "No sólo la matanza era justificada, sino que, no hubiera habido Estado de Israel sin la victoria de Deir Yassin". ("La Revuelta: la Historia del Irgún", Menahem Beguin).En el ocupado predio de la colina de Deir Yassin, hoy se encuentra el hospital israelí de enfermos mentales Kfar Shaul y apenas a 1.400 metros, en Har Hazicaron (nombre de la zona desde 1948), se erigió en 1953 el Yad Vashem (Museo del Holocausto). Lugar de vista obligada de los líderes mundiales, donde Israel ejerce con poca ética el eslogan de 'no olvidar ni perdonar' el sufrimiento judío en la Europa Nazi. Soslayando, que Yad Vashem se edificó sobre los cimientos del soterrado Holocausto palestino de Deir Yassin.
No fue la última de las masacres sionistas. Luego de 1948, se recuerdan las de: Sharfat (7/2/'51); Belén (6/1/'52); Qabiya (14/10/'53); Deir Ayub (3/11/'54); Gaza (28/2/'55); Qalquilleh (10/10/'56); Kafar Kassem (29/10/'56); Jerusalem, Ribera Occidental y Gaza (5/6/'67); Gaza y Ribera Occidental (8/12/'87); Rishon Le-Zion (20/5/'90) Jerusalem (8/10/'90); Hebrón (24/2/'94); Jerusalem (28/9/2000); Jenin (3/4/'02); Gaza (27/12/'08), entre otras tantas.
Luego de 61 años de Deir Yassin, principio de la caída de Palestina, las masacres continúan
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viernes, 5 de junio de 2009

"Perdí todo por lo que luché en los atentados del 16 de mayo de 2003"

Reportajes

VI ANIVERSARIO DE LOS ATENTADOS DE CASABLANCA

"Perdí todo por lo que luché en los atentados del 16 de mayo de 2003"

15/05/2009

Texto: Ferdaous Emorotene-Tánger


Han pasado seis años desde ese trágico día, pero Soad Begdouri, no podrá olvidar nunca ese viernes 16 de mayo de 2003, el día en que arrebataron la vida a sus dos seres más queridos, su hijo, Taib (17 años) y su marido, Abdelwahed El Khammal, un famoso abogado de Casablanca.
En su libro, ‘Antes de tiempo’ (en la imagen la portada del mismo), la madre y esposa, revela su vida antes y después de los atentados de Al Qaeda en Casablanca. En él describe sus emociones, pensamientos y su dolor incurable.
"Perdí todo por lo que había luchado… pasé estos años con depresión, enfermedad, soledad… hasta que tuve la idea de escribir este libro y así nacieron dentro de mí buenas sensaciones que, de otra forma, no hubiera sentido nunca si no hubiera escrito el libro", señaló a Diario Calle de Agua Soad Begdouri.
Soad Begdouri, una tangerina de 52 años, estaba en Francia recogiendo el premio de su hija Safae que le había otorgado la Academia Francesa cuando se produjeron esos brutales crímenes que afectaron a cinco zonas de la ciudad: la plaza de Sahat Al-Arsa, en la medina antigua, el Club de la Alianza Israelí, el restaurante ‘Le Positano’, la Casa de España y el Hotel Farah.
En aquellos atentados de Casablanca, de los que este sábado se cumplen seis años, perdieron la vida hasta 45 personas y más de un centenar de personas resultaron heridas. Taib era el menor de todas las víctimas. Acudió al restaurante Casa de España, tras recibir la llamada de su padre pidiéndole que se reuniera con él para cenar.
"Aquel viernes -día sagrado para los musulmanes-, cuando Taib estaba estudiando Física, preparándose para aprobar el Bachillerato, ‘el otro’ – así llama al terrorista que mató a su hijo- estaba preparando su mezclas explosivas para destruir los sueños de toda una familia", cuenta en el libro.
Begdouri siempre repasa ese momento trágico, que no vivió, pero que nunca arrancará de su memoria. "Mi marido cayó muerto en la primera explosión, y como Taib estaba en el salón interior del restaurante viendo un programa de televisión, lejos de su padre, no le pasó nada, pero él no pensó en huir como hicieron los supervivientes y corrió a buscar a su padre, y cuando estaba cerca de su cadáver, el ‘otro’ pulsó sobre el segundo botón y mi hijo cayó al suelo impidiéndole hasta llorar por su padre o besar su mano como solía hacer, aunque fuera por última vez", relata la madre.

La noticia de los atentados y de la muerte de su marido llevó a Soad y a su hija Safae a coger el primer avión del sábado, de vuelta a su casa, con la única esperanza de ver Taib sano y salvo. Una ilusión que se esfumó una semana después, exactamente el viernes 23 de mayo de 2003, arrancando de su lado a otro de sus seres más queridos.
La mujer denuncia también en el libro que su hijo no fue encontrado hasta las cuatro de la tarde del día después, mientras que los atentados se produjeron sobre las diez de la noche del viernes 16 de mayo. “Lo averigüé cuando me entregaron el reloj de mi marido que se había parado a las 22 horas”, explica. En ese tiempo, los restos de la explosión pudieron haber agravado la salud de su hijo, sospecha.
En la semana que transcurrió entre el atentado y la muerte de su hijo, hizo todo lo que pudo para intentar salvarlo: reuniones que parecían imposibles con el director del centro sanitario y el equipo médico por el caos que se vivía en el centro en el Hospital de Casablanca Ibn Rochd que, por orden del Rey Mohamed VI, fue equipado con todas las tecnologías y los mejores profesionales para salvar a las víctimas. Soad trató también de trasladar a su hijo a un hospital extranjero. Una esperanza que la llevó a escribir una carta al Rey, que días más tarde visitó a las víctimas del atentado terrorista.
"Recibí una llamada de uno de los responsables de seguridad del hospital anunciándome la posibilidad de encontrar a su Majestad pero con una condición, no tenía que llevarme los vestidos blancos de duelo… me encontré en la entrada de un edificio vestida de otro color y regresé al hospital con la ilusión de entregarle la carta, pero sonó el teléfono y mi interlocutor me ordenó que me quedara en mi lugar porque el Rey recibiría la carta a través de una de las personas que lo acompañaban… lloré, porque en ese momento perdí mi única esperanza”, cuenta Soad.
Los atentados de Casablanca, como declara la autora de ‘Antes de tiempo’ y presidenta de la Asociación 16 de Mayo, “han matado nuestros sentimientos y ninguno se atreve ni tan siquiera a hablar de ellos, como si nosotros –los familiares- también hubiésemos muerto”. “Me encontré con la brutalidad, con un corazón amputado, con sentimientos desangrados, retorciéndome de dolor por la pérdida de quien lleve un día dentro”.
En los dos últimos párrafos de su libro la autora cuenta los obstáculos con los que se ha encontrado ella y todas las familias de las víctimas del atentado. Problemas de todo tipo, materiales y emocionales.
"En vez de recibir una ayuda psicología profesional, teníamos que pasar por trámites administrativos que complicaban más nuestra situación. No somos mendigas… ¿Acaso piensan los responsables que estamos satisfechas de nosotras mismas cuando nos ponemos delante de sus puertas pidiendo uno de nuestros derechos como ciudadanos? Nos olvidaron y emprendieron el rumbo de su tren en el tiempo que se pararon nuestros vagones y hemos sido forzados a bajar en una estación llena de sangre".
"Hemos pagado un precio caro y seguimos pagando facturas de frivolidad sangrante", señala la escritora en la última página de su libro.

El exilio republicano español en Marruecos, Maribel Posadas.- Tánger


El exilio republicano español en Marruecos

ANIVERSARIO DE LA II REPÚBLICA


El exilio republicano español en Marruecos



14/04/2009

Maribel Posadas.- Tánger

Tal día como hoy, un 14 de abril de 1931, se proclamó la II República en España, que ocho años más tarde fue arrebatada al pueblo español por la Guerra Civil que el general Francisco Franco inició con el levantamiento militar de julio de 1936 y que terminó con la derrota republicana el 1 de abril de 1939. Durante la contienda y la dictadura, numerosos republicanos españoles se exiliaron al extranjero: Francia y México fueron dos de los principales países de acogida, pero también lo fue Marruecos. En el norte vivían en la clandestinidad al estar bajo Protectorado Español, mientras que en el sur podían vivir con mayor libertad.

Los republicanos españoles empezaron a venir como refugiados a Marruecos “desde el comienzo de la guerra, especialmente a Casablanca, para protegerse de la represión política de Franco”, señaló a Diario Calle de Agua el ensayista e hispanista marroquí Driss Jebrouni.

Es “difícil” hacer un cálculo del número de republicanos españoles exiliados en Marruecos porque “la gran mayoría vivía en la clandestinidad”, indica. En el norte, más aún, por estar “bajo dominio de Franco". "Se sabe que en Casablanca (como zona no española) hubo 5.000 exiliados políticos españoles en el barrio de Maaris, constituyendo la mayor colonia extranjera de la ciudad”. Rabat también acogió a muchos de estos españoles, sobre todo en el barrio del Océano, junto al Atlántico.

Asimismo, se estima que en Tánger había hasta 45.000 españoles, aunque muchos de ellos habían llegado antes de 1936 y no estaban en la ciudad del Estrecho por motivos políticos, sino económicos desde que Tánger era zona internacional, explica Jebrouni.

Entre ellos, había importantes nombres como el fundador del sindicato Comisiones Obreras, Marcelino Camacho (Soria, 1918), primer secretario general del mismo entre 1976 y 1987 y diputado comunista por Madrid entre 1977 y 1981; o el periodista Eduardo Haro Tecglen (Madrid, 1924-2005).

Camacho luchó en el bando republicano durante la Guerra Civil (1936-1939) y tras la victoria franquista fue juzgado y condenado a trabajos forzados en Tánger hasta que en 1944 se fugó del campo y viajó exiliado a Orán (Argelia), donde también había una gran colonia de inmigrantes españoles, algunos llegados antes del conflicto y otros por motivos políticos como el propio Camacho. Más tarde, se fue a Francia hasta que en 1956 fue indultado y regresó a su país.

Haro Tecglen dirigió en Tánger desde el año 1967 el ‘Diario España’ y en Tetuán fue redactor jefe del ‘Diario de África’, al tiempo que ejerció de corresponsal en esta ciudad para la agencia Efe desde el año 1946. Jebrouni afirma que de él “se sabía que era de izquierdas, mientras que la mayoría permanecieron en la clandestinidad e incluso cambiaron de identidad”, especialmente en el norte. Haro Tecglen recogió el ambiente de la ciudad durante el exilio español en su libro ‘Hijo del siglo’ (1998).

También vivían en Tánger, Ruano y Lucientes, de la CNT, que tras su estancia en Marruecos se fue a México y París, y regresó a Tánger, donde murió. Entre los exiliados no sólo había activistas políticos, sino también artistas e intelectuales, como el periodista de ‘Diario España’ Julio Zarraluque o Carlos Sampelayo, también periodista e intelectual del mismo rotativo, y dibujante.

En Tetuán había también "familias muy conocidas" como la familia Guerra o la familia Alcaraz, de las que más tarde se supo que eran republicanas. En Casablanca “gozaban de más libertad y se reunían en los cafés para hablar de sus ideas”, cosa que “también hacían en el norte pero de forma más escondida y discreta”, asegura. En Tánger, el Café Fuentes, en el Zoco Chico, y el Madrid, en la playa, fueron testigos de estas reuniones.

Driss Jebrouni era un adolescente en los años 60 y recuerda algunas de esas tertulias en la cafetería Moderna de Tetuán: “Los universitarios se reunían allí, había un republicano catalán, no me acuerdo de su nombre ahora… pero nos sentábamos allí, yo era adolescente y lo escuchábamos”. Esto supuso, de alguna manera, “una toma de conciencia para los jóvenes marroquíes, lo que influyó en el movimiento independentista y en la conciencia de izquierdas”, asegura.

Muchos de ellos, cuenta, no regresaron porque “hicieron sus vidas aquí y abrieron sus propios negocios; eran agricultores, regentaban empresas, bares, y en zonas como Souk Larbaa o Kenitra trabajaban en fincas y cortijos”. Julio Zarraluque recogió esta experiencia en el libro ‘Los que no volvieron’, recuerda Jebrouni.

Sin embargo, durante la Guerra Civil española los refugiados en Marruecos no eran sólo ‘rojos’, sino que también había franquistas en el norte. “Algunos pretendían continuar aquí la guerra; todos se creían unos héroes, pero en la retaguardia”, asegura José Luis González Hidalgo en ‘Tánger 1936-1939’. Pero esta convivencia no fue pacífica, aunque sin llegar a los niveles de España: “Hubo enfrentamientos entre los dos bandos con pistolas durante la guerra, y quedaron las marcas de las balas en la Cafetería Fuentes. Después, vivieron en paz”.

"Incluso hubo fusilamientos. Cerca del aeropuerto de Tetuán se dice que hay fosas comunes", asegura Driss Jebrouni.

sábado, 30 de mayo de 2009

Los momentos más dificiles de la historia boliviana

Los momentos más dificiles de la historia boliviana

El destacado escritor boliviano César Verduguez Gómez nació en La Paz en el año 1941. Escribe cuentos, fábulas y novelas. Fue presidente de la Unión de Poetas y Escritores de Cochabamba y del PEN boliviano. Es conocido por su labor en el área de arte y la pintura. Sus cuentos han sido premiados en varios concursos literarios.
La temática de la dictadura está presente y en su novela “La noche mordida por los perros” en la cual sigue la línea narrativa de las novelas sobre las dictaturas en América Latina como son, por ejemplo, “El Señor Presidente” de Miguel Ángel Asturias o “El otoño de patriarca” de Gabriel García Márquez. La misma línea sigue y la novela “Las babas de la carcel” en la cual describe los momentos más dificiles y más tensos de la historia boliviana.
La novela empieza de manera poética, imitando a una ópera. En ella se mezclan el pasado lleno de alegría de la vida y el presente repleto de terror de la cárcel. Este escritor muy emotivamente presenta el llanto de los olvidados, la inmensa tristeza y enorme vacío de las esposas y madres que se quedaron sin sus esposos e hijos que un día desaparecieron.

Furia muda

Parece que este escritor desnuda la historia boliviana y la presenta de la manera única. Esta obra está inspirada por una furia muda, condimentada por un laberinto de preguntas sin respuestas frente a las cuales el hombre se siente impotente. El escritor no toma un arma en sus manos para luchar contra la represión, pero en la manera como describe la cárcel que destruye, que devora al hombre, que descubre los secretos más ocultos del alma humana y de la peor manera pisa la dignidad humana, se nota fuerte condena. En esta cárcel están tratados de la misma manera aquellos más pobres y aquellos de las clases sociales más altas, indígenas y los descendientes de europeos que luchan por una sociedad más justa. Están igualados en el dolor, en las heridas, en los golpes. Gómez en esta novela describe una atmósfera terrible, pero también se aproxima a la música y la poesía para que el lector leyéndola pueda comparar el pasado fatal con la belleza del presente y una vida normal.
César Verduguez Gómez escribe con un estilo sencillo y claro. Si alguien quien no es historiador un día querrá saber algo más sobre la historia de Bolivia, especialmente sobre su época represiva, en las obras de este escritor tendrá un verdadero espejo de la situación social. Él describe al hombre de carne y hueso, boliviano, latinoamericano y su concreta situación de la vida. Sus protagonistas no son héroes sino antihéroes, víctimas de régimen gobernante.

Testimonios sobre los horrores de dictadura

En 400 páginas de este libro seguimos el destino de la gente que sin ninguna culpa terminó en la cárcel y no tuvo la posibilidad de defenderse y explicar. Sentimos la angustia, leemos como se comparten tristes destinos, nos enteramos de testimonios escritos en las paredes, el único lugar donde se puede escribir, de las maneras cómo torturan a los presos. También nos informamos como sus padres y parientes sobornan a sus guardias, cómo a los presos los trasladan de cárceles horribles a otras peores, cómo alrededor de ellos gobiernan engaños y mentiras.
Este impresionante testimonio sobre los horrores de las dictaduras en América Latina es uno más en la serie sobre ese tema. De este tema César Verduguez Gómez escribe cálidamente, con destreza y usando lenguaje sutil. Sobre la cualidad de sus obras atestigua la colocación de este autor en el libro “Modern Literatures of the Non-Western World” (1995) donde se encuentra junto a Tagore, Rushdi, Gabriela Mistral, Fuentes, Mario Vargas Llosa y otros colegas suyos quienes marcaron la literatura mundial, y en la literatura boliviana su nombre está grabado con letras brillantes.

lunes, 30 de marzo de 2009

ENTRE LAS DOS ORILLAS


Artículo publicado en “Periferia Libros”,
cuaderno de cultura del diario La Opinión de Granada.
Edición sábado 5 de abril de 2008.
Entre las 2 orillas: literatura marroquí en lengua española
Edición de Carmelo Pérez Beltrán.
Editorial Universidad de Granada,
2007264 pp.15 €
José Cruz Cabrerizo.
-En el tema de la escritura marroquí en español, hasta donde uno puede otear el horizonte descubre no dos, sino tres orillas:La primera es la de los que niegan que haya una literatura marroquí escrita en español (e incluso en francés) porque no existe un enraizamiento en esa tierra de dichas literaturas, tampoco historia, tradición, y les niega cualquier posibilidad de futuro por su interés neocolonial, y la falta de lectores en un país en que la principal preocupación es el día a día. El lector interesado debería ver Dris Jebrouni, “La falacia de la literatura marroquí en castellano”, Marruecos digital del 21 de septiembre de 2006 (previamente aparecido en el diario en español de Casablanca “La Mañana”, marzo de 1997), que se centra en analizar “La antología de la literatura marroquí en castellano” de la Editorial Magalia, del año 1995.La segunda es la de la historiadora Mª Rosa de Madariaga. También en Marruecos Digital se puede ver “¿Existe una élite hispanohablante en Marruecos?”. Desdice lo escrito por Jebrouni para señalarnos que gracias a las políticas del colonialismo y del postcolonialismo francés sí hay élites francófonas en Marruecos que han resultado en una muy buena nómina de escritores marroquíes en francés. España ha hecho lo contrario de Francia y por eso los escritores marroquíes que se expresan en español “lo hacen en un español “para andar por casa”, como se dice vulgarmente, pero cometen en la lengua escrita faltas garrafales, no ya sólo en la construcción sintáctica, sino incluso en la ortografía. Se trata de un español aprendido “en la calle”, y no en la escuela desde la primaria”. Al menos no esconde su esperanza en el futuro: la verdadera generación de escritores marroquíes en español vendrá de la mano de los inmigrantes que lleguen a España.La tercera orilla es la de los propios escritores marroquíes en español. Otra vez en Marruecos Digital, Mohamed Lahchiri hace oír su voz en “Sobre literatura marroquí en castellano”. Un discurso que clama contra los excesos de Mª Rosa de Madariaga, pero que admite (como no podía ser de otra forma) que hay escritores mejores y peores, y que muchos de los peores (como no podía ser de otra forma) han sido encumbrados por la oficialidad cultural.Pero dejemos al lector que se forme una opinión. Y para ello lo primero es no saltarse el interesante prólogo de Carmelo Pérez Beltrán y el estudio introductorio y divulgativo de Abdellatif Limami.Y dejando atrás esas disquisiciones cruzadas cabe preguntarse si podría servirnos la lengua y su derivado escrito, la literatura, para tender puentes entre, no las tres, sino las dos orillas separadas por el Estrecho, superar esos prejuicios y estereotipos de los que habla el prologuista y editor literario. No cabe duda que los escritores marroquíes en español, de calidad o pésimos, contenidos en esta o en otras antologías o no recogidos en ninguna, mantienen una relación sentimental, aman nuestra lengua común y ven en ella una herramienta para el entendimiento de dos vecinos tan cercanos y tan lejanos. Haríamos bien en adoptar lo que propone Mohamed Lemrini El Ouahhabi: “No nos faltan ganas de expresarnos en este idioma y eso, para muchos de nosotros es un gran esfuerzo que alguien tiene que valorar muy positivamente”.“Entre las dos orillas: literatura marroquí en lengua española”, recoge la nómina de autores que vamos a citar completa sin que importe su mayor o menor visibilidad literaria: se trata de Mohamed Chakor, Mohamed Bouisef-Rekab, Mohamed Akalay, Mohamed Lahchiri, Rachida Gharrafi, Ahmed Oubali, Ahmed Mohamed Mgara, Larbi El Harti, y (algo que no se comprende muy bien en un libro de relatos) un poeta en calidad de tal: Adbedarrahman El Fathi.Una ventaja estratégica muy importante de este volumen es que se incluyen tres referencias de cada uno de los nueve autores. Estamos acostumbrados a antologías de un solo relato por persona y eso a veces hace perder perspectiva, por cuanto el escritor se la juega a una sola carta. De entre todos los títulos que contiene esta edición, hay autores de los que sólo les salvaría un relato (ténganse en cuenta los parámetros personales y subjetivos de esta afirmación). En mi caso habrían resultado escritores “deficientes” si no me hubiera topado con el relato “perfecto”.El tema de la inmigración es transversal a un gran parte de las narraciones . “Las dos orillas” de Mohamed Chakor es un sencillo y bien conseguido cuento “antropológico” en que una orilla reprocha a la otra el haberse olvidado de su pasado. La inmigración es factor determinante en la vida de muchos de los personajes: mujeres que cruzan el Estrecho con éxito y son pasto de la explotación sexual de sus propios compatriotas (valiente y digno de destacar, no toda la culpa es de los otros, “Promesas”, de Mohamed Akalay con un bien construido monólogo interior). También sufren su triple condición de mujeres, pobres, e inmigrantes las protagonistas de “El sacrificio de los corderos” de Rachida Gharrafi, desgraciadamente la única escritora recogida y uno de mis descubrimientos más gustosos. Hombres que mueren en el intento y que tienen que seguir viviendo en forma de cartas que engañen al hijo que dejaron en Marruecos (“Cartas al Estrecho”, de Rachida Gharrafi, de una exquisita sensibilidad, que no sensiblería lacrimógena). No falta algún relato negro, “Chivos expiatorios” de Ahmed Oubali, que cojea un poco en el léxico, es como si hubiera tenido que recurrir a traducir diccionario en mano, las palabras son poco apropiadas al entorno, pero la trama es inmejorable y muy bien conseguida y suple la deficiencia anterior (entiéndase que esto no se extiende a todo el relato, sino que salpica nueve o diez oraciones en un relato de nada menos que doce páginas). Relatos que nos arrancan una sonrisa con gracia inteligente (“Encuentros en el Feddan”, de Ahmed Mohamed Mgara). También la miseria queda bien retratada (muy gustoso leer “Precoces” Mohamed Bouiseff Rekab con su “Candidez oculta” o el espejismo de un paraíso que nubla las conciencias de muchos marroquíes. Larbi El Harti (“El rumor al poder”) es uno de los que demuestran más dominio de la lengua, en el Marruecos profundo y traza una historia entretenida sobre las exageraciones que provoca la rumorología. Junto con este último destacar por su desparpajo y oralidad, por la capacidad de suscitar la pregunta de si la historia se basará o no en la experiencia personal, a Mohamed Lahchiri, que presenta tres cuentos extraídos de su libro “Una tumbita en Sidi Embarek y otros relatos ceutíes”. Citaré “Moras pisoteadas”, que apunta con el dedo a los de dentro, los malos no solo son los países extranjeros.Lahchiri nos sirve para ejemplificar las exageraciones y generalizaciones en torno a la escritura marroquí en español. Autor de calidad contrastada, se han llegado a decir cosas peregrinas (me figuro que por extensión también de otros autores), como que sus relatos son populistas y de un costumbrismo que bien aprovechado provoca la nostalgia entre los ceutíes. Quien quiera puede pedir mi partida literal de nacimiento para comprobar que no nací en Ceuta, pero sus cuentos de “Una tumbita en Sidi Embarek y otros relatos ceutíes”, me produjeron el íntimo placer de enfrentarme a historias con corazón, con vidas que fluyen, con sentimientos, tal como muchas de las creaciones de “Entre las dos orillas…”Estoy seguro de que los relatos que no han sido de mi agrado pueden ser plato de gusto para cualquier otro lector, y que de cada autor hallarán al menos un ejemplo que les guste. Mi agradecimiento a estos constructores de puentes que enfrentan tantas dificultades como “Los constructores de puentes” de Ripley.

sábado, 28 de febrero de 2009

El cantautor marroquí Kamal Al-Nawawi participa en acto de conmemoración de la quema de libros en Granada









Mustafa Akalay Nasser, recitando el poema de Mahmud Darwisch "Ana Arabi".Granada
22/02/2009
El cantautor marroquí Kamal Al-Nawawi participa en acto de conmemoración de la quema de libros en Granada

El objetivo de todos los presentes, de la mano de "Granada abierta por la tolerancia" es el de contribuir a apagar la hoguera de la intolerancia con el hermanamiento de estas dos lenguas
Cuando se cumple el cuarto centenario de la expulsión de los moriscos, nos reunimos en la granadina Plaza de Bib-Rambla para recordar la quema de libros del cardenal Cisneros con una lectura colectiva de poesía en árabe y castellano.
El objetivo de todos los presentes, de la mano de "Granada abierta por la tolerancia" es el de contribuir a apagar la hoguera de la intolerancia con el hermanamiento de estas dos lenguas y reivindicar el plurilingüismo como patrimonio de las sociedades civilizadas en un acto por la recuperación de nuestra memoria escrita.
El trovador Javier Tárraga recordó la quema de libros y la expulsión de los moriscos, interpretando textos extraídos del romancero popular.
Hubo una lectura colectiva en árabe y castellano a cargo de estudiantes del Departamento de Lengua y Literatura Árabe de la Universidad de Granada, dirigidos por el profesor Indalecio Lozano y de varios profesores e investigadores del panorama del arabismo y la musicología, procedentes también de la institución universitaria granadina, además de figuras de la cultura de esta ciudad, originarios de ambas orillas del Mediterráneo.
Cerró el acto el cantautor marroquí Kamal al-Nawawi, interpretando canciones propias y otras procedentes del legado musical histórico arábigo-andalusí y garnatí. Algunos poemas fueron traducidos por Kamal especialmente para este evento. Al-Nawawi acompañó con su música las intervenciones de Manuela Cortés y Mustafá Akalay Nasser, y fué acompañado, a su vez, por el violín de Alí Keeler.
Más información en:
http://kamalnawawi.blogspot.com





miércoles, 11 de febrero de 2009

Recuerdos ......

El antropologo David Montgomery Hart y Mustafa Akalay Nassar

El Guernica de los palestinos , Sami Nair


El Guernica de los palestinos

Sami Nair



He aquí lo que el Gobierno israelí ha reser­vado al pueblo palestino: la muerte. Pode­mos emprender en pleno siglo XXI la agre­sión a poblaciones civiles, destruir sus es­cuelas; hospitales, casas, lugares de culto, campos de deporte. Podemos arrasar sus aldeas, pueblos, ciudades. En el mayor si­lencio de la buena conciencia. Y también de la cobardía.

Podemos hacerlo si somos un Estado que dispone de uno de los más formidables arsenales militares de todos los tiempos, que cuenta con la complicidad de los poderosos de este mundo, de sus medios de co­municación, de la horda de plumíferos siempre dispuestos a justificar lo injustifi­cable con el pretexto de combatir el integrismo. Podemos hacerlo contra este pue­blo sobre todo si éste es musulmán.

Podemos hacerlo cuando nos hemos acostumbrado a violar la legalidad interna­cional, las leyes más elementales de la gue­rra, el simple principio de humanidad.
Los dirigentes israelíes están en guerra. Lo están desde hace tiempo, mucho tiem­po. Con toda impunidad. Cuentan con la complicidad de todos: de los europeos, de los asiáticos, de los rusos, de los africanos y aun de ciertos países árabes, desde hace tanto tiempo arrodillados, envilecidos y re­volcados en el fango del sometimiento al imperio americano, el cual lo permite todo.

Y ayuda incluso a escondidas a perpetrar el crimen. ¡Pobre pueblo palestino! ¿Cómo no enloquecer de rabia? Algunos de tus hijos se convierten en terroristas que se hacen saltar por los aires asesinando a civiles israelíes. Es un crimen que hay que conde­nar, como el lanzamiento de cohetes sobre la población civil israelí. No es la respuesta correcta a tu tragedia. Pero sabemos lo que decís en Palestina. ¿Qué pensarían los euro­peos si se instalaran en su casa, les confisca­ran sus tierras, y levantaran horribles y enormes muros en sus propias ciudades para encerrarlos en ellas? ¿Qué dirían si vieran a colonos, alentados por el ejército, atacar a los civiles palestinos, arrancar los olivos, cortar el agua de los barrios que quieren invadir, humillar a la gente en los pasos fronterizos?

El Gobierno israelí practica el cinismo político, intentando convertir al pueblo palestino en el chivo expiatorio de sus proble­mas políticos internos. Ya que esta guerra emprendida de modo tan desproporciona­do contra el pueblo palestino obedece a sórdidos motivos electorales, en la base de los cuales está la idea de que el partido político que mate a más palestinos ganará las próximas elecciones en Israel. Esto es un insulto para los israelíes por parte de sus cínicos dirigentes. ¿Se quiere hacer creer que el pueblo israelí está ávido de muerte, él que ha escapado a la muerte? ¿Se quiere confirmar la idea de que estaría Sediento de sangre palestina? El método consiste luego en hacer pagar colectiva­mente a los civiles palestinos los actos de un partido político concreto, no menos irresponsable, como es en este caso Ha­más. El principio de la responsabilidad co­lectiva está prohibido por el derecho de la guerra. Con la liquidación de los Acuerdos de Oslo y la continuación de los "asesinatos selectivos" de los dirigentes de Hamás, ¿cabía esperar que los islamistas se quedasen de brazos cruzados?
La intención por último, de hacer creer que actuando de esta manera el Estado is­raelí combate el integrismo. Qué justifica­ción tan lamentable y pobre. ¿Por qué este régimen israelí, que ha organizado la de­mocracia dentro de sus fronteras, salvo, todo hay que decirlo, para los árabes israe­líes que son tratados como ciudadanos de segunda, rechaza esta misma democracia cuando es practicada por los palestinos? Fue el pueblo palestino en su mayoría el que eligió democráticamente bajo supervi­sión internacional a Hamás. Y estas eleccio­nes, ¿no eran una de las exigencias de la Hoja de Ruta apoyadas por las potencias internacionales, entre ellas Europa?

¿No gusta el resultado? Pero entonces. ¿Por qué se acepta que en Israel la extrema derecha religiosa, fanática y racista esté en el poder, imponga su chantaje para llevar a cabo una guerra a ultranza y la construc­ción de un Israel imperial? ¿Por qué no se exige a los israelíes que neutralicen a esta gente? Ya que todos sabemos que mientras sigan teniendo peso dentro de la democra­cia israelí, no habrá paz en Oriente Medio.
¿Acaso no se exige porque se respeta la soberanía popular? Pues entonces tam­bién hay que respetar la de los palestinos, ya que la soberanía de los pueblos es indivi­sible e inalienable. Hay que someterse a ella, a menos que se desprecien los valores democráticos a los que se hace referencia con tanta demagogia en Europa, Israel o EEUU.

En realidad, con el bombardeo sobre Ga­za y su posterior invasión el Gobierno de Israel hará florecer el islamismo en Palesti­na y en el mundo musulmán. Es la manera más irresponsable de alimentar el odio. Se­rán numerosos los jóvenes palestinos que sueñen con la venganza. Serán numerosas las víctimas inocentes israelíes que paguen la locura de sus dirigentes. Estas afrentas a los principios más ele­mentales de la humanidad y de la democra­cia son terribles. E imperdonables.

El enviado especial de la ONU para los derechos humanos en Palestina, Richard Falk, ha declarado que lo que está haciendo Israel al millón y medio de palestinos de Gaza es "un crimen contra la humanidad". Ha dicho que el castigo colectivo infligido a este pueblo es una flagrante violación del artículo 33 de la cuarta Convención de Ginebra. Ha pedido que se constituya urgentemente una corte criminal internacional para averiguar y determinar las responsabilidades de los dirigentes civiles y militares israelíes, y juzgarlos.

Richard Falk es judío, judío americano. Para nosotros Richard FaIk representa el honor de los judíos porque defiende, ante lo intolerable, a la humanidad en su con­junto.
Ante estos bombardeos sólo nos queda nuestra indignación. Sólo tenemos nues­tras lágrimas para las lágrimas de estas madres que gritan sobre los cuerpos despe­dazados de sus hijos. Ya sean palestinas o israelíes. Sólo tenemos nuestro dolor ante tanto dolor. Al empezar este año, nos en­contramos ante la guerra del fuerte contra el débil. Y ya es medianoche en el siglo para los palestinos. Como lo fue ayer para los pacíficos habitantes de Guernica.