martes, 16 de diciembre de 2008

Las asociaciones condenan los hechos y llaman a la calma


El tejido asociativo de La Mojonera, de la provincia almeriense y de la Comunidad Autónoma andaluza condenó la muerte violenta de Sega S. en la noche del pasado domingo. Este es el caso de la Asociación Batucar de Inmigrantes de Guinea Bissau con sede en La Mojonera. «La situación está más calmada y ya no hay altercados», explicó Luis Méndez, representante legal de la asociación Batucar. Méndez puntualizó que «estamos a la espera de que el hermano del fallecido llegue de Madrid para iniciar cuando se pueda el procedimiento de repatriación».
Por su parte la asociación Cooperación y Desarrollo en el Norte de África (Codenaf), su presidente en Almería, Mohamed Bentrika, condenó la muerte violenta de Sega S. «Condenamos el asesinato del joven de Mali y creemos que tiene que caer el peso de la ley sobre quien mató a este joven», puntualizó Bentrika quien además se mostró en contra de que «los colectivos hayan tomado la ley por su mano y hayan atacado los comercios de la comunidad marroquí».
El presidente en Almería de Codenaf fue más allá y valoró la situación de la vida en algunas zonas de la provincia, como es el caso de La Mojonera. «En las barriadas marginales cuando se pasan épocas difíciles se produce una mayor degradación de las personas que allí habitan y además se generan luchas entre las capas más desfavorecidas por eso consideramos que es necesaria una mayor presencia policial», matizó Mohamed Bentrika.
Marginalidad
En la misma línea se pronunció la asociación Andalucía Acoge que atribuyó los enfrentamientos generados a raíz del apuñalamiento de un joven de Malí en la localidad almeriense de La Mojonera a «problemas estructurales de marginalidad en un contexto de crisis económica que desborda a la cuestión migratoria». En declaraciones a Europa Press, el secretario general de Andalucía Acoge, José Miguel Morales, afirmó que el municipio de La Mojonera cuenta con «problemas de marginalidad social y pobreza muy importantes que no siempre están vinculados a la inmigración, y que constituyen el caldo de cultivo de sucesos como los ocurridos en los últimos días».
«La inmigración es sólo un factor más en un contexto social en progresivo deterioro por la crisis económica, en el cual se vienen necesitando intervenciones especiales desde hace mucho tiempo», apuntó. Así, demandó una «mayor coordinación de los recursos sociales destinados a la zona, así como una mayor incidencia en políticas pensadas para ofrecer oportunidades de desarrollo a la población». En este sentido, reiteró que, aunque el homicidio del joven de Mali es un «hecho puntual», sus causas son «estructurales en un contexto de pobreza y marginalidad permanente en determinadas zonas de Almería».
De hecho, subrayó, que la muerte se produjo supuestamente «por motivaciones económicas, lo que demuestra que estamos ante un problema de paro y pobreza que desborda el fenómeno migratorio y lo más o menos integrado que pueda estar el colectivo». Asimismo, afirmó que «aunque la situación deriva progresivamente hacia la calma, se trata de una calma tensa que evidencia que el problema no se solucionará cuando deje de haber muertes, sino que irá a más si no se actúa pronto